Dos profesores que abusaron de algunos alumnos del Colegio El Escorial del occidente de Bogotá han sido arrestados por la Policía Nacional.
Las directivas del plantel fueron las que pusieron en alerta a las autoridades, un Docente tuvo acceso a un sobre con material y advertencias de un Anónimo, evidencias que el colegio puso en manos de las autoridades y de esta forma se pudo lograr el operativo tras un juicioso seguimiento.
Las directivas del plantel fueron las que pusieron en alerta a las autoridades, un Docente tuvo acceso a un sobre con material y advertencias de un Anónimo, evidencias que el colegio puso en manos de las autoridades y de esta forma se pudo lograr el operativo tras un juicioso seguimiento.
En las residencias de los implicados fueron hallados videos perfectamente ordenados con el nombre de los alumnos y agendas con "citas" para encuentros sexuales con nuevos estudiantes hasta el mes de Diciembre, ordenadas por nombre de los menores varones y fecha.
Uno de ellos oficiaba como El Coordinador Académico: Perfil perfecto de pedófilos, pederastas y pornógrafos infantiles, con estos criminales es insospechado.
Como he afirmado desde hace mucho tiempo, se fabrican una vida discreta, hacen los "sacrificios" que sean, con tal de estar cerca de los menores e infiltrarse entre personas buenas, de Todas las profesiones y estratos sociales!
Lo más preocupante fue el hallazgo en los allanamientos de medicinas para el tratamiento del SIDA, numerosos videos de las violaciones a los menores a quienes se ofrecía dinero para guardar silencio y por dejarse grabar con cámaras para luego subirlos a la red de Internet en un posible hecho de prostitucion infantil, cargo por el cual fueron encausados por un juez, además de acceso carnal abusivo con menor de 14 años, pornografía infantil y otros.
Uno de ellos oficiaba como El Coordinador Académico: Perfil perfecto de pedófilos, pederastas y pornógrafos infantiles, con estos criminales es insospechado.
Como he afirmado desde hace mucho tiempo, se fabrican una vida discreta, hacen los "sacrificios" que sean, con tal de estar cerca de los menores e infiltrarse entre personas buenas, de Todas las profesiones y estratos sociales!
Lo más preocupante fue el hallazgo en los allanamientos de medicinas para el tratamiento del SIDA, numerosos videos de las violaciones a los menores a quienes se ofrecía dinero para guardar silencio y por dejarse grabar con cámaras para luego subirlos a la red de Internet en un posible hecho de prostitucion infantil, cargo por el cual fueron encausados por un juez, además de acceso carnal abusivo con menor de 14 años, pornografía infantil y otros.
Fuente: Caracol Noticias Colombia
Diego Gutiérrez hizo cara de quererse morir cuando el Mayor de la Dijin empezó a leer la hoja que tenía en su mano derecha: “El objetivo de este allanamiento es dar cumplimiento a una orden de captura contra el señor Diego Alejandro Gutiérrez González por el delito de promover la prostitución en personas menores de 18 años”. Al terminar la lectura, doña Leticia, mamá de Diego, y su hermana mayor rompieron a llorar pese a que no entendían qué estaba pasando.
Eran poco más de las seis de la mañana del miércoles 3 de noviembre y Diego ya estaba listo para irse al Gimnasio El Escorial, donde trabajaba desde hacía más de dos años como profesor de física y coordinador de disciplina. De 32 años de edad, piel blanca, pelo rubio y ojos claros, su pulcritud lucía casi excesiva: las uñas perfectas, los zapatos impecables, la sudadera verde y blanco con las iniciales del colegio planchada con esmero. Su aspecto no era el de un supuesto corruptor de menores.
Lo llevaban siguiendo desde comienzos de octubre gracias a una carta y a un CD con material sexual explícito entregado por un anónimo. Esa mañana, cinco agentes de la Dijin hicieron guardia en la casa de dos pisos del Barrio Salinas, cerca a los moteles que están en la vía al aeropuerto El Dorado, desde la cinco de la mañana, y una hora después golpearon a la puerta. Entraron con la cámara encendida para registrar la operación y para dejar constancia de que cumplían órdenes elementales como no maltratar civiles y no romper objetos.
Antes de decir por qué están ahí, le piden la cédula a los habitantes de la casa, y cuando comprueban que el hombre presente es Diego Gutiérrez, empieza la lectura de la orden de captura por algo menos de un minuto.
Entonces los cinco agentes –dos hombres, dos mujeres y el de la cámara– recorren la casa en busca de computadores donde es posible que Diego guarde material sexual con menores de edad. La banda sonora de la operación corre a cargo de las mujeres de la familia. La mamá llora, se queja porque sufre del corazón y se lamenta de haber regresado de Pereira, donde nació. La hermana, con una mezcla de tristeza y rabia, exige a gritos que apaguen la cámara, con la excusa de que le están violando su intimidad.
El allanamiento sigue pese a todo, y de dos computadores sacan varios discos duros y un puñado de CD’s y memorias USB encontrados en los cajones del cuarto de Diego. Exploran la información y encuentran de todo: videos musicales inofensivos, películas, música pirata, fotos de menores, pero con ropa, y de mayores, pero desnudos, nada que sea punible.
La búsqueda sigue su curso y minutos después llegan los de criminalística: cuatro agentes de bata blanca, guantes quirúrgicos color azul y maletines plateados que empiezan a enumerar las pruebas y a tomarles fotos.
Para ese momento, a Diego ya le han leído sus derechos y se encuentra en el patio de la casa y posa para la cámara: de un lado, del otro, de frente. El fondo no es uno de esos muros con un metro para medir la estatura, sino de una pintura color verde.
Van a ser las ocho de la mañana y su celular ha sonado varias veces. Sus colegas del colegio quieren saber qué le ha pasado, pero Diego no ha podido contestar. Timbra de nuevo y contesta una agente, que de manera seca y breve le dice a la persona que está al otro lado que Diego no puede hablar porque se encuentra en una diligencia judicial. Cuelga de inmediato y apaga el teléfono.
La frase lo afecta, pierde el color y se pone aún más pálido cuando la misma agente le dice que su compañero, José Alfredo Corredor, ya ha sido capturado. Diego hace cara de aterrado, la agente le pregunta que si ahora ya sabe por qué lo están arrestando y responde que por promover pornografía entre los estudiantes. Diego se ha delatado solo, hasta el momento nadie había mencionado la palabra “estudiantes”.
Luego se hace la víctima, tal vez para disimular su error, y pregunta si lo están arrestando por su condición. Leticia, su mamá, no entiende nada y le pregunta qué quiere decir con eso de “su condición”. Cuando Diego le revela en el menor número de palabras posible que es homosexual, el pecho de la mujer de 73 años se aprieta un poco más.
Pero Leticia no tiene tiempo para quejarse. Deber hacerle la maleta a su hijo, con una pijama, sandalias, elementos de aseo y cobija. Estando todavía en su casa, Diego ya está en la cárcel.
Mientras le toman las huellas dactilares, el acusado dice una vez más las palabras que ha repetido toda la mañana: “no entiendo nada”. Pero él sabe qué hizo.
Un profesor de El Escorial encontró el 10 de octubre un sobre de manila que contenía una carta y un CD. La carta no venía firmada y aseguraba que Diego Gutiérrez le ofrecía dinero a los estudiantes varones para que tuvieran sexo con él. En el CD venían fotos y videos como pruebas de la acusación. En su interior había múltiples carpetas, cada carpeta era un estudiante.
Gutiérrez escogía a sus estudiantes y les decía que por su físico podrían llegar a ser modelos. Luego les mostraba fotos de desnudos y después escenas de sexo entre heterosexuales. Por último les ofrecía entre cuarenta y ochenta mil pesos. Con José Alfredo, su cómplice, tenían una red a la que los mismos estudiantes llamaban para hacer casting. El sistema de Gutiérrez se había popularizado tanto que su captura parecía cuestión de tiempo. El profesor de física apelaba incluso a darle marihuana a los alumnos que la consumían para poder acostarse con ellos.
Diego ahora deberá enfrentarse no sólo a un juicio, sino también a la vergüenza de verse a sí mismo, en las pruebas de video, acosando a sus alumnos.
Fuente: RCN Televisión:
Fuente: RCN Televisión:
Felicitaciones a las directivas del Colegio, si ellos no actúan, esto sería otro caso de impunidad segura.
ResponderEliminarEs increíble la manera de estos depredadores de destrozar vidas inocentes, no solamente el chico, también la familia, sus amigos, el vecindario, los alumnos del colegio...
A todos, por favor, que no culpen a los menores, porque estos criminales saben bien lo que hacen y como logran accederlos con engaños, los seducen, los filman, si se niegan a su pretenciones sexuales, los chantajean y si no logran su cometido pues como estos personajes, los violan. Este proceso puede tardar días o años.
LOS NIÑOS SON INOCENTES! De lo único que se les puede culpar es de haber sido ingenuos, por lo demás, esas ratas de abusadores tienen toda la culpa de lo que les suceda, no quiero estar en los zapatos de los padres de familia, escalofrío produce la confesión del portador del VIH, quizá abusó de los pequeños con algún resentimiento y venganza. Urgente atender a los chicos, ojalá les presten auxilio oportuno y logren salir adelante.
Aquí es donde recomiendo que busquen a la Senadora Gilma Jiménez , ella se pondrá frente al asunto y tengan la seguridad que habrá justicia, La Policía de los colombianos ha hecho su labor, ahora, que los jueces de la República hagan lo suyo, ni un segundo de rebajas! A los chicos, atención especializada médica y sicológica y que todo sea para bien de estos jovencitos.
Senadora Gilma Jiménez: Carrera 7 No. 8-68, Comisión VII Senado, Segundo Piso, Teléfono: 3824422, mail: senado@gilmajimenez.com, Bogotá.
Amén!
les aseguro que donde ese man hubiese estado como cordinador de la promo 2003 2004 acabamos con ese perro....... at: homero
ResponderEliminarTROYAN Eres tan culpable como el por callar tanto tiempo, gracias a tu silencio muchos otros cayeron y ahora mucha gente esta sufriendo, añadiendo también que están riesgo por esa maldita enfermedad, y te burlas por el lindo sobre nombre que has puesto a este engaño tan aberrante.
ResponderEliminarEs triste leer comentarios como el que hace el joven que usa el seudónimo de Tronyan, porque en medio de sus palabras de júbilo y victoria por haber dado nombre al delito y no haber "caido", se asoman las lágrimas de sangre que produce el dolor, no sé si el propio o el de quienes fueron las víctimas inocentes de estos predadores, amigo.... nunca debes sentir satisfacción por ayudar a mantener oculto un hecho de tal gravedad, eso se llama "complicidad", aquella que produce la omisión, que Dios proteja a nuestras generaciones de esta escacez de sensibilidad y sentimientos, de la aridez del alma y de la superficialidad de pensamiento (hay que usar más las neuronas)... mi hija estudia en ese colegio y lamento mucho este suceso, tengo la tristeza de una madre y de una maestra con principios... también soy docente y que verguenza ajena me produce todo esto, espero que los afectados puedan seguir adelante, con el apoyo de todos los especialistas.
ResponderEliminarPOr otra parte pienso que es urgentisimo que nuestra sociedad sea mejor regulada, "se debe llevar el lazo no tan corto y no tan laxo para asi poder controlar el mulo", se hace necesario revisar todo: las leyes, los códigos, procedimientos legales, los castigos, etc... que han quitado autoridad a los padres y respeto a las normas por parte de los niños, niñas y jovenes (mucha permisividad) y estamos viendo las consecuencias: jovenes sin ley, adultos sin forma.
Que hacen ninos en Facebook? y los padre donde están? y su Dios o su moral? si tu supieras lo que he vivido y por lo que he pasado, Pero la fe en un Dios y la certeza de su presencia. Me ha ayudado a ser una persona de bien. No caí en la droga, ni soy prostuituta, ni me he vendido por nada. Gracias a El. e tan facuil lavarse las manos en los demás.
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